La Heredera CAPÍTULO 38: Cuida al monstruo parte 1




 París, enero de 2015

Miró su reloj ya pasaban las 10 de la noche había sido un día realmente pesado, aunque se habían llevado, computadores y archivos de la oficina para el fisco, a Gerhard no se le hizo gracia cuando ella le mostró un resumen del escándalo que habían acallado meses atrás,

No supo de donde William había sacado tal información, tenía detalles que ella en meses no había podido encontrar, le había parecido extraño que una empresa como Schütz Comunicaciones estuviera tan limpia, así que para hacerse de parte de sus activos había tenido que cometer varios ilícitos, ahora al mostrarle aquello le había hecho casi una venia y se ha había retirado con tanta facilidad, qué sintió qué había algo más detrás de esa actitud.

Por el momento esa molestia estaba controlada, sin embargo estaba consciente que el problema de las patentes de los teléfonos era obra de personas dentro del grupo, por el momento disfrutaría de esa relativa calma y esperaba que ese hombre no se atreviera a molestarla nuevamente.

Miró su móvil en silencio quería contarle a William como terminó el asunto y agradecerle, observó el número de él en la pantalla pero se retuvo, no quería hablarle no como habían terminado las cosas, esta vez le había dicho que no debería verlo, aquello la hizo sentir mal, solo quería hacerlo no quería detenerse a pensar si estaba bien o mal no esperaba nada de él, a no necesitaba promesas de que la querrían por siempre o que era la única, ya había decidido que lo que haría lo haría por ella y qué simplemente seguiría adelante no tenía por qué contenerse, él le gustaba.

Buscó la aplicación de mensajes, por lo menos agradecerle sería algo cortés y comenzó a escribirle sintiendo como ahora sus manos frías estaban totalmente congeladas y hasta le parecencia que podía escuchar los latidos de su corazón, era extraño nunca antes se había puesto así por nadie ni por el mismo Thomas con quien estuvo tanto tiempo.

15/01/2015

10:30 pm

Muchas gracias por lo de hoy al parecer Gerard tuvo mucho en que retractarse.

Marie E. Keller

Miró un instante la pantalla antes de darle enviar, cerró sus ojos y presionó send guardando de inmediato el teléfono, no entendía por qué se sentía tan nerviosa, no era una niña de 16 años, pronto lo sintió vibrar y miró el teléfono con una respuesta.

William Tilman

15/01/2015

10:31 pm

No hay de que mi pequeña Fresa, ya te dije que nadie más que yo tiene que molestarte.

Ella sonrió, volviendo a teclear su móvil, no le molestaba que lo hiciera, quizás como él decía ella era una masoquista

15/01/2015

10:32 pm

Y ya sabes que me encanta que lo hagas.

Mandó el mensaje contrayendo sus labios y luego miró al chófer

-Creo que primero iré a otro lugar, por favor al gimnasio.

-Sí señorita -asintió el hombre cambiando de ruta.

Miró su reloj ya era tarde sin embargo no tenía sueño y no quería llegar a revolverse en su sillón, su móvil volvió a sonar y lo leyó en silencio.

William Tilman

15/01/2015

10:33 pm

A veces no pareces tan encantada, lo bueno es que no me importa.

Eso la hizo sonreír, así que tientas de molestarlo tan tarde en la noche devolvió el mensaje.

15/01/2015

10:33 pm

Umm… Pues, aunque no lo parezca me gusta.

Guardó el móvil cuando divisó el gimnasio y se dispuso a bajar cuando sintió nuevamente su móvil vibrar.

William Tilman

15/01/2015

10:35 pm

Ya te dije que el masoquismo es lo tuyo. Asumo que si me hablas tanto es porque no estás presa en una celda de mala muerte???

Leyó el mensaje deteniéndose un instante.

15/01/2015

10:36 pm

Sí, no estoy presa en una celda de mala muerte, salí un momento a despejarme, por eso nuevamente ¡Gracias!

Caminó nuevamente hacia la entrada del gimnasio escuchó nuevamente el móvil, esta vez sin detenerse vio el mensaje

William Tilman

15/01/2015

10:31 pm

Despejarte??? Salir???? Por qué eso no me gusta?????? No suena nada bien!!!!!!!!

No pudo evitar reír, por la respuesta, él podía ser gracioso con ese tonto comentario como sí le importara en donde estaba ¿qué tipo de cosas estaría pensando? Caminó hasta el gimnasio prendió la luz y miró alrededor, sacó un móvil y le tomó una foto y luego añadió


15/01/2015

10:31 pm

Cuando quiero despejarme este es uno de mis sitios preferidos

De inmediato escuchó su móvil

William Tilman

15/01/2015

10:31 pm

:) eso sí que es bueno saberlo, tenemos que entrenar :*

Caminó hacia el locker, era evidente que ella estaría en desventaja aun así le contestó.

15/01/2015

10:31 pm

¿No te da miedo que te gane? : p

Se comenzó a desvestir y buscó su ropa en el locker se deshizo de todas sus joyas, se puso una camisa de entrenamiento negra con unos leggins del mismo color se hizo una coleta y comenzó a guardar sus cosas cuando su móvil sonó

William Tilman

15/01/2015

10:35 pm

Me gustan los retos!

Ella sonrió y contestó.

15/01/2015

10:35 pm

Es un buen aliciente para mi práctica nocturna

Luego se tomó una foto enviándole un beso de forma descarada, le gustaba serlo con él, se sentía tan libre a su lado, caminó con su móvil hasta el gimnasio, aunque no solía hacerlo, cuando sintió que vibraba, leyó su mensaje:

William Tilman

15/01/2015

10:35 pm

Marie eso es cruel, cómo puedes mandarme una foto viéndote así y además sudada, es imposible no imaginarte en mi cama.

William Tilman

15/01/2015

10:36 pm

Tendré que hacerme una paja jajaja :9

Bajó el celular de inmediato sintiendo que sus mejillas ardían de la vergüenza no entendía por qué él generaba eso en ella. Luego le escribió

15/01/2015

10:37 pm

Espero un día de estos invitarte a entrenar ;)

Tal como se lo dijo empezó el calentamiento, hacía casi un año había iniciado de manera juiciosa las prácticas, exceptuado tres semanas por la lesión de su tobillo, quizás era algo pretenciosa por creer que saber artes marciales la haría inmune.

Con el tiempo le gustaba la sensación que generaba el ejercicio en ella, el tirón en sus músculos, la fuerza con la que sus brazos golpeaban el saco de arena, era consciente que había mejorado no en vano en tan pocos meses ya era cinturón rojo, era disciplinada, aunque no podía negar que la mayor parte de sus prácticas tenían que ver con sus insomnios, como era el caso de esa noche.

Estuvo varios minutos ahí hasta que sintió su respiración pesada por el cansancio, se tiró al piso mientras sus pies masajeaban la colcha, su pecho subía y bajaba entrecerró sus ojos cuando escuchó música a lo lejos, se levantó curiosa y buscó de inmediato el origen, llegó a un salón en donde había estado meses antes, una mujer bailaba en una barra y ella la miró entretenida.

Poco después la instó a que bailara con ella en vez de entrenar con Oliver, aunque no le dijo nada el tema no le fue indiferente, bailar era algo que desde muy joven le gustaba, lo hacía poco en la actualidad sobre todo porque estaba anudado al recuerdo de su madre, se sonrió nostálgica y regresó al gimnasio.

Se devolvió por los mismos pasillos que había recorrido momentos antes, llegó a la puerta del gimnasio notando algo extraño de inmediato se puso a la defensiva, las luces estaban prendidas entró lentamente mirando a todo los lado, de un momento a otro, sintió una mano en su hombro, rápidamente tomó la mano con fuerza al tiempo que con uno de sus pies golpeaban el talón del extraño, lo derribaba y ponía uno de sus pies en su entrepierna con fuerza, el hombre se quejó y ella lo miró con asombro era Adam su asistente que la miraba estupefacto, ella se retiró lentamente.

-Seño... rita -Dijo titubeante.

-No me sorprendas de ese modo -Le habló seca -Además habla bien, me da rabia escucharte hablar como un tonto, tampoco soy un monstruo.

Sin esperar a que contestara tomó su móvil y caminó a las duchas se miró al espejo estaba totalmente hecha suciedad, recordó el mensaje de William, y quiso hablar con él ¿si le enviaba otra foto ahora mismo se enojaría? Sintió gran curiosidad así que lo hizo a sabiendas que podría estar durmiendo debido a la hora, sacó el móvil llevada nuevamente por un impulso y se tomó una foto con sus labios levemente abiertos guiñándole un ojo después le escribió.

15/01/2015

2:11 am

Como ves me esfuerzo para estar a la altura en un combate cuerpo a cuerpo contigo.

Guardó el móvil de inmediato sintiendo como sus mejillas se sonrojaban por aquello. Se desvistió y sintió su móvil, realmente creía que dormía

William Tilman

15/01/2015

2:15 am

Deliciosa Fresa, pero insistes en torturar mi polla.

Leyó el mensaje y aunque sus mejillas estaban encendidas por la vergüenza le contestó

15/01/2015

2:15 pm

Yo solo quería que vieras mis avances, pero no te preocupes ya me arreglo para poder dormir de forma plácida :p

Esperó de forma tonta una respuesta hasta que escucho el móvil

William Tilman

15/01/2015

2:15 pm

Te pediría una fotografía en ropa íntima, pero no creo que te animes.

Leyó nuevamente el mensaje y contuvo una risita de verdad con él se despertaban sus instintos más primarios.

15/01/2015

2:16 pm

Umm lo siento, no puedo ahora mismo estoy en toalla así que la foto en ropa íntima no será posible

Se rió de su respuesta y miro el móvil con una curiosidad casi

William Tilman

15/01/2015

2:16 am

Me conformo con una en toalla.

Ella se miró, de alguna forma lo había provocado, pero una foto en toalla era algo no sabía si era capaz de hacer, respiró profundo, ¿por qué no? Se dijo de repente no es como si él no la hubiese visto antes, sacó el móvil y se la tomó y escribió:

15/01/2015

2:17 am

Ok, tus deseos son órdenes

Presionó send sintiendo que todo su pudor se había ido al trasto respirando de forma acelerada aún más que cuando él le había propuesto que estuvieran juntos. Su móvil sonó nuevamente y leyó en silencio su mensaje:

William Tilman

15/01/2015

2:18 am

Mis deseos son órdenes??? No sabes lo bien que se lee eso y se me ocurren unas cuantas órdenes. Me encantaría que pasaras las manos por tus muy sugerentes pechos y te imagines que soy yo el que lo hace.

Era raro, pero sintió como su sexo se mojaba, ese tipo de cosas nunca las había hecho contrajo su rostro, ella misma le había provocado, quizás por él o simplemente por ella misma, se quitó la toalla y lentamente hizo lo que él le pidió, luego le escribió devuelta.

15/01/2015

2:19 am

Ok, ya lo hice y pensé en ti...

Presionó enviar ahora mirando a su alrededor, estaba en un lugar público después de todo. Escuchó el celular y lo miró con curiosidad

William Tilman

15/01/2015

2:20 am

Eso es todo Fresa ¿no me digas que sextear también es nuevo para ti?

Suspiró hondo a quien quería engañar así que era mejor reconocerlo.

15/01/2015

2:21 am

Si, lo es nunca he hecho esto ni siquiera lo que me dijiste que hiciera

Envió el mensaje de alguna forma sabía que no podía engañar él se lo había dicho, había mujeres que lo llevarían a perder su cordura con su experiencia era evidente que ella carecía de total encanto.

William Tilman

15/01/2015

2:25 am

:/ Bueno tendrás que recibir clases de sexteo también, primera lección: cuando se te pide que te toques no contestas sólo ya lo hice, describes lo que hiciste y me pides que haga lo que sea que desees.

Ella leyó su respuesta y luego se miró, tragó saliva realmente no sabía si podía lograrlo comenzó a tocarse nuevamente sintiendo como sus pezones comenzaban a ponerse duros, respiró nuevamente y le escribió devuelta:

15/01/2015

2:26 am

Comencé a tocar mi pecho suavemente pensando que eran tus manos, sintiendo como mis pezones se ponían duros ahora quiero que me pidas mas.

Releyó su mensaje algo consternada por lo que había escrito, de verdad era mala para aquello, le dio enviar, pensando que podría decir de aquello.

William Tilman

15/01/2015

2:27 am

¿Quieres más? Dime ¿qué quieres que te haga?

Ella leyó su respuesta, era lo mismo que le había dicho en su oficina, se sonrió y le contestó

15/01/2015

2:28 am

Yo... quisiera que pusieras tu lengua en mi sexo

Una vez más releyó el mensaje y le dio enviar, por fortuna él no podía verla en ese instante estaba más roja por el pudor que por el mismo esfuerzo físico. Recibió un nuevo mensaje:

William Tilman

15/01/2015

2:29 am

Mmm tu rico y húmedo coño con ese sabor agridulce que tanto me gusta, estás abierta para mí, mientras gimes cuando hundo mi lengua en tu interior escribiendo el abecedario en él, saboreando tus jugos.

Tragó lentamente saliva ahora sentía como le palpitaba su sexo se miró nuevamente y miró su alrededor y contestó:

15/01/2015

2:30 am

¿Quieres que me toque?

Miro el mensaje y nuevamente como lo había hecho anteriormente le dio enviar ahora con expectativa.

William Tilman

15/01/2015

2:31 am

Creí que ya lo hacías, yo ya lo estoy haciendo imaginando tus labios de cereza haciendo suaves succiones en mi polla

Leyó el mensaje, sintiendo contraer su estómago, realmente era algo que no había hecho. Bajó sus manos lentamente por debajo de la toalla, sintiendo su sexo que ahora estaba húmedo. Miró su celular.

15/01/2015

2:31 am

No sé cómo hacerlo, es mi primera vez.

De alguna forma recordó lo que le había dicho aquella mujer burlándose de ella y la enfadó porque era verdad no sabía cómo hacerlo, era su cuerpo y debía conocerlo, en cambio le pedía a un desconocido consejo.

William Tilman

15/01/2015

2:34 am

Haz círculos con tus dedos y mételos en tu orificio mientras te imaginas que soy quien se hunde en ti.

Leyó el mensaje, volvió a bajar su mano lentamente insertando sus dedos en su sexo, sintió un leve corrientazo luego hizo tal como él le había dicho, no pudo evitar emitir un leve quejido, se detuvo de repente y miró a ambos lados. Esta vez en vez de enviarle un texto grabó una nota de voz con sus dedos en movimiento.

-Nunca lo había hecho en un lugar público -Suspirando al final del mensaje.

Sentía vergüenza y la vez como si nada importara, no entendía cómo podía hacer ese tipo de cosas por él y después mirarlo a la cara

William Tilman

15/01/2015

2:45 am

Uff me pones tan duro, al escuchar tu voz temblorosa, te quiero ver y hacértelo en un lugar público de verdad.

Ella leyó el mensaje temblorosa, y le respondió en otra nota de voz era incapaz de escribir.

-Yo también... -Con su respiración ahora muy pesada.

Tomó nuevamente el celular mirando el mensaje

William Tilman

15/01/2015

2:50 am

Quiero que te vengas y grites mi nombre

Comenzó a mover sus dedos rápidamente sentía que estaba a punto de explotar, y así hizo tal como él le había dicho le grabó otra nota de voz

Entre jadeos gritó

William!!! -Sintiendo la explosión en su cuerpo y como ahora solo era jadeos y su pecho se mecía de arriba hacia abajo.

Nuevamente escuchó el mensaje con su respiración comenzando a normalizarse

William Tilman

15/01/2015

3:01 am

Oh Fresa quiero verte y cogerte hasta que no puedas decir una palabra

Esta vez le escribió:

William Tilman

15/01/2015

3:05 am

Yo también deseo mucho eso, es emocionante estar en un lugar público, y más si lo estuviera contigo.

Leyó el nuevo mensaje

William Tilman

15/01/2015

3:11 am

Me tienes tan caliente que pronto voy a llegar.

Ella de repente se giró mirando su alrededor con su corazón acelerado, levantó la toalla y se la puso caminando rápidamente hacia las duchas, se dio un baño rápido y salió envuelta en la toalla se tomó una última foto:

15/01/2015

2:25 am

Espero que lo hayas disfrutado tanto como yo.

Sin ni siquiera soltarlo escuchó nuevamente el móvil

William Tilman

15/01/2015

2:25 am

Quítate la toalla. Tengo la boca seca

Ella apretó sus labios, enviarle una foto desnuda era algo realmente osado, cerró sus ojos confiaba en él, y así hizo con su mano libre zafó el nudo de un costado de ésta dejándola caer y se tomó la foto con el agua aun goteando por su cuerpo.

William Tilman

15/01/2015

2:25 am

Ya sabes que hoy tus deseos son órdenes...

Dejó en móvil a un lado no entendía por qué, pero le era inevitable no hacer esas cosas con el como si de repente fuera otra mujer comportándose como una cualquiera.

William Tilman

15/01/2015

2:25 am

Te he dicho lo deliciosa que eres. Me gustas mucho y me pones aún más.

Ella leyó el mensaje y contestó

15/01/2015

2:25 am

Sí, me lo has dicho al igual que yo te he dicho que eres totalmente de mi tipo :) Que tengas feliz sueño, yo por ahora iré por una taza de café, gracias por tu compañía.

Se comenzó a secar y a aplicar la crema humectante en su cuerpo, luego escuchó nuevamente el móvil dejó de hacerlo y lo miró a la expectativa.

William Tilman

15/01/2015

2:25 am

Gracias por otro polvo Fresa.

Ella sonrió, sabía que quería verle así que se atrevió a decirle

15/01/2015

2:25 am

Y yo espero poder verte pronto ¿puedes apartar un tiempo para mí?

Dejó el móvil y comenzó a vestirse cuando lo escuchó vibrar, lo tomó viendo el nombre de William contestó:

-Tengo mi agenda muy copada- le dijo William bromeando.

-Oh creo que tendré que hablar con tu secretaria para ver si me deja verte -Le siguió el juego.

-Dile que es para follar en un sitio público, así sabrá qué hacer contigo. -Con jovialidad en su voz.

-Sí, me manda a la mierda -Se rió esta vez - Pero igual volvería a colarme a tu oficina.

-Si ya conoces a mi secretaria, es bastante diligente, por eso la tengo. En cuanto a colarte, no siempre contarás con la ayuda del cabrón de Matt, le gusta meterme en problemas con Fresas salvajes. -Su voz sonaba más joven que como acostumbraba, parecía estar de muy buen humor.

-Te puedo inundar tu móvil con fotos hot para ver si te dignas en buscarme.

-Oh por Dios he creado un monstruo. Hace unas horas no podía sextear, ahora amenaza con fotografías sugestivas- Rió de buena gana...

-Pues debes hacerte responsable de este monstruo -Acentuando la palabra

-Lo haré, lo haré, me devoraré a ese monstruo en mil lugares públicos hasta que ninguno de los dos podamos sostenernos en pie.

-Creo que me parece justo, espero que podamos cumplir la promesa, hasta que no pueda sostenerme en pie -Se rió de buena gana -Ahora ya no me siento tan culpable por interrumpir tu sueño.

-No me molesta que me despiertes cuando es para darme buen sexo y no dudes por un momento que soy capaz de dejarte así ¿o es que olvidas la primera vez que estuvimos juntos?

-No, no se me olvida -Suspiró - Entonces ¿puedo acapararte desde mañana?

-Sólo si pagas por mis servicios de gigoló.

-Ok, ¿cuánto es la tarifa? -Dijo coqueta -También sería mi primera vez contratando uno.

-¿Cuánto crees que cuesten mis servicios? - Expresó pícaro.

-Como no es ningún fanfarrón y cumple lo que promete, puedo pagar una cifra muy alta, te puedo dar lo más valioso que tengo.

-¿Tu coño? - Le dijo risueño.

-No había pensado en eso como lo más valioso, ya te di mis labios, si lo quieres también puede ser solo tuyo.

-Ya es mío. -dijo categórico y ella sonrió.

No entendía qué tenía ese hombre que la hacía perder la noción de todo, le gustaba hablar con él, pensar en ese mundo que él habría para ella, lleno de lujuria.

-Págame en especie. -Dijo finalmente.

-Si eso quieres eso haré me encanta hacerlo contigo de igual forma

-Descansa Fresa, ya me dejaste exhausto.

-Lo mismo, siento que mis ganas de no dormir no te dejen trabajar bien -Le tiró un beso.

Durante todo ese día había estado pensando en William y la cita que tendrían, quería tener mucho sexo con él, así que miraba el reloj en todo momento, despues de comer un delicioso corguette vio que el reloj marcaban la una de la tarde, hacia mucho que no sentia tanta expectativa por algo, su estomago estaba hecho un nudo.


Se paró en el espejo del armario y se miró, quería verse bien para él, bajó su mirada ese tipo de cosas de alguna forma nunca le habían importado, movió su cabeza y caminó hacia la ducha, pero esta vez optó por la bañera con esencia a fresa, se metió en el agua caliente y con un estropajo comenzó a restregarse cada parte de su cuerpo, hacía dos días no se bañaba y aunque no oliera, era noche él la besaría en cada rincón de su cuerpo.


Recordó sus idas a los hamman y cómo la anciana encargada le refregaba la espalda, pensó que tenía que volver en algún momento, era un buen lugar para pensar en calma,  tomó su gel de baño con olor a fresas, y se  lo esparció en su cuerpo se sumergió en la bañera un buen rato volvió a salir.


Después de unos minutos camino envuelta en su albornoz pasó el secador por su cabello y  se hizo una trenza lateral, que terminó con una trenza a un lado, luego ropa íntima que había comprado, se desconocía, pero deseaba que la viera bella, se puso conjunto negro en encaje, un par de medias bucaneras y sueter beige holgado, con una falda ancha y corta vinotinto que se acomodó en su cintura, buscó chaqueta en cuero  color negro y un par de botas cafes altas. 


Se miró una ultima vez al espejo, tomó sus redondas gafas oscuras y  sin detenerse mucho tiempo buscó un bolso de tiras en cuero negro, había intentado ponerse lo mejor según su gusto y esperaba que él lo notara.


Esta vez se fue en tren después de dos horas se encontraba caminando en la estacion en Londres, vio el gran reloj de la estacion que marcaba las 6:30, sacó su movil con expectativa, hacia dos dias lo habia llamado para verlo pero el estaba lejos esta vez el habia dicho que la queria ver, aun asi no podia evitar sentirse ansiosa, si quizas se hubiese arrepentido o tuviera un viaje de improvisto, meneó su cabeza de forma negativa el no era ningún mentiroso. Buscó su nombre y le marcó esperando con cada timbre su voz.


-Dime Fresa traviesa.

William le habló jovial, había ido para cumplir la promesa que le había hecho, tenía muchas expectativas al respecto le gustaba la sensación de sentirse ante lo desconocido y con él todo el tiempo era así.

Finalmente decidieron verse en Electric Cinema, lo agradeció, no quería ir a su oficina, así que después de colgar mientras buscaba un taxi se encontró con que su asfixiante equipo de seguridad la esperaba fuera de la estación, no tuvo más opción que aceptarlos y dejar que la llevaran al punto de encuentro.

Se dio cuenta que había llegado muy temprano él aún no estaba, así que aprovecho para hacer unas cuantas llamadas, ese día no había ido a la oficina, todo era un caos en el lugar y había trabajado desde la suite.

Le había pedido a Cristal sacar sus fotos del teléfono de Gerard, pero le inquietó el hecho de saber según Crystal él tuviese fotos de ella viejas, le pidió todo lo que había encontrado y posteriormente colgó.

¿Gerard estaba detrás de las amenazas? Recordó al asqueroso hombre que la golpeó a inicios de año, no, él parecía más ser un muñeco de arlequín manejado por alguien, no era tan inteligente para hacer algo como eso. Aquello la inquietó haciendo que se comenzará a tocar sus anillos de forma ansiosa, sacó una Tablet y comenzó a ojear algunos papeles pendientes, hacer eso la tranquilizaba un poco. Estaba tratando de estabilizarse cuando lo sintió por detrás besando su mejilla.

-Hueles a campos de fresas- susurró cerca de su oreja. -Ella le sonrió y lo rodeó con sus manos.

-Hola - le dijo sin soltarlo.

-Me gusta ese vestido- la miró de los pies a la cabeza. -Ella bajó su vista y después le sonrió.

-Aunque hace un poco de frío -le sacó la lengua

-No hagas eso- dijo serio- es algo infantil, Fresa. Ven- la tomó de la mano- entremos.

De pronto unos hombres empezaron a seguirlos, él se giró hacia ellos y los miró frunciéndole el ceño.

-¿Qué pretenden ustedes que les invitemos las entradas? -Su jefe de guardas asintió.

-Disculpe -entregándole un abrigo Marie. -Poco después se retiraron William miró a Marie con una expresión de rabia.

-¿Son tu equipo de seguridad o tus concubinos?

-Por supuesto que sólo son mi equipo de seguridad -dijo segura - No conozco más allá de sus nombres.

-¿Y por eso los elegiste en un casting de película porno?

Ella abrió sus ojos y casi quiso soltar una carcajada, le explicó la situación realmente su equipo de seguridad no era algo de su preferencia, de hecho, si Beltrán no insistiera tanto no lo usaría, no le gustaba sentirse observada por desconocidos durante todo el día, así que ellos le molestaban en la presentación que estuvieran.

-Pues no me gustan, sobre todo el rubio. No lo quiero cerca de ti. -Ella lo miró un instante como si estuviese hipnotizada.

-Le diré a Beltrán que consiga otro jefe de seguridad. -Él la miró a los ojos.

-No, yo lo haré.

-Ok, no tengo problema con eso -se sonrió y William la besó con vehemencia.

-No me gusta compartir Fresa, no cuando se trata de ti. -la tomó de la barbilla algo fuerte- ¿Es claro?

-Sí, es claro -Se empinó un poco y le beso.

-Ahora vamos a esa sala de cine.

Aquella noche cuando estaban en la taquilla comprando los boletos la expectativa subía, le gustaba pensar en lo que harían, sin embargo no entendía por qué las películas de terror eran algo que no le llamaban la atención y que no lograba controlar así que después de dudar mucho y que William se molestara por que necesitaban una película con mucho ruido y oscuridad.

William eligió dos en la parte trasera, al parecer la sala iba a tener afluencia de público, la miró de reojo, movía los anillos de sus dedos de forma nerviosa, le resultaba tierna su inocencia en muchos momentos. Ella le sonrió sintiendo su corazón a mil, de alguna forma le daba algo de ansiedad ese tipo de contenidos, finalmente llevaba los últimos nueve años con terrores nocturnos, insomnio y un desequilibrio emocional al que no terminaba de acostumbrarse por momentos.

William la indagó y al contarle como se sentía al respecto tan sólo se burló, lo sabía era una tontería, simplemente no podía evitar descomponerse un poco ante el recuerdo de una habitación cubierta de sangre, muy al contrario de sentirse mal aquello la relajó un poco, deseaba pensar que eran tonterías de ella además el aliciente del sexo que la confortaba.

Entraron al lugar tenía sofás en cuero rojo, con un aire a los años 50s, al lado de cada sofá tenía una mesa para poner los aperitivos, él parecía conocer el lugar dado que fue directamente a los asientos que había escogido, parecía como si fuese habitual lo que harían, ella lo miró en silencio y se preguntó con cuántas mujeres había estado en aquel sitio, movió su cabeza no quería pensar en eso. 

Ella por su parte se quitó el maletín que llevaba a su espalda y se acomodó en el sillón, se movió un poco en este era realmente cómodo, que en el que solía dormir, se deshizo de sus botas subiendo sus piernas, sin darse cuenta su falda se subió un poco más mostrando parte de sus medias bucaneras color negras.

-Empezamos muy bien. -Él puso la mano en su muslo y lo acarició ligeramente y Marie le sonrió.

-¿Te parece? -Acomodando su trenza hacia atrás. Él tomó su cara y la besó

-Me parece.

Expresó mientras comenzó a acariciarla y subió la mano hasta su pecho por encima de la delgada blusa de botones, tomó sus pezones y los pellizcó ella gimió en respuesta, él la acalló besándola nuevamente bajando sus labios por su cuello hasta el comienzo de uno de sus pechos, sus pezones estaban duros, ella se encontraba muy excitada con el toque de sus manos, a ninguno de los dos les importaba si los miraban, estaba sumergidos en las sensaciones del encuentro de sus cuerpos.

De manera que Marie tomó la cabeza de William y la apretó más contra sus pechos, mientras la mano de Will se introducía entre sus muslos hasta su sexo que ya estaba húmedo y expectante, movió sus dedos sobre su clítoris, mientras metía su dedo anular en su interior y el rostro de ella se contraía de placer.

Con su otra mano tomó la de Marie y llevó su mano hasta su pene que estaba erecto en sus pantalones, él la hizo acariciarlo en toda su envergadura por encima, eso la hacía sentir muy caliente, le cogió la trenza entre sus manos y la haló hasta llevarla a su asiento, ella se levantó del asiento pasándose al de él sentándose encima, ella le susurro al ver que quedaba bien en el asiento.

-A veces me cuestiono por ser tan baja, en este momento es perfecto

-Shiff- Siseo.

Él puso un dedo en sus labios, al tiempo que abría su cremallera y sacó su miembro del interior del pantalón y después de ponerse el preservativo la agarró de la cintura y movió con su otra mano la tela de sus bragas a un lado al tiempo que se introducía en su cálido y estrecho interior con fuerza, mientras que con sus fuertes manos la subía y la empujaba metiendo su pene dentro de ella una y otra vez, la sensación era demasiado excitante, saber que estaban rodeados de gente lo hacía todo aún mejor.

Aunque Marie en algunos momentos se sentía nerviosa, las sensaciones que emanaban de la fricción del contacto de sus cuerpos la hacían moverse sin control, estaba tan mojada que sabía que pronto llegaría al clímax, su respiración se aceleró haciéndola mover sus caderas de un lado a otro mientras sus manos apretaban los pasamanos sintiendo que explotaba, haciéndola llevar su cabeza hacia atrás. 

Pese a su orgasmo, William no paró de penetrarla, por lo que las réplicas de su orgasmo se volvieron cada vez mayores, seguía corriéndose con cada embestida de una manera que ni siquiera con él había experimentado cerró sus ojos y movió su trasero y él la apretó y mordió su cuello.

-Deja de hacer eso o no salimos de aquí. - Expresó él mientras la alzaba saliendo de su interior, se sacó el condón y le hizo un nudo.

Había terminado todo tan rápido que sintió un dejo de decepción, aunque lo que había experimentado había sido fantástico y así se lo dijo, luego de eso él se quedó mirando la película como si nada, mientras ella se revolvía en el asiento estaba tan aburrida y según él no la tendrían que ver por hacer guarradas, pero no, simplemente la había dejado de tocar.

Finalmente le preguntó si le daba miedo al verla tan apática y decidió que era hora de salir de ahí, Marie se dirigió al baño de mujeres, necesitaba asearse un poco no le gustaba esa sensación pegajosa en su entrepierna que dejaba el lubricante del condón.

Al salir del aseo caminaba por el pasillo cuando sintió alguien por detrás de ella, metía la mano por debajo de su falda, ella se giró un vio un hombre que le sonreía, le dio un puntapié al tiempo que torcía los dedos de una de sus manos, el hombre se retorció y Marie lo miró parca, al tiempo que le daba un rodillazo en su cara. Caminó al salón en conjunto a encontrarse nuevamente con William.

Recibió otra llamada de Crystal en donde le exponía que alguien la estaba vigilando, no le gustó saber algo así, pero en cuando sus ojos se cruzaron con la silueta de William cualquier cosa que ella le decía del otro lado dejó de tener importancia

-Te tardaste mucho en el baño

-Solo un pequeño inconveniente -Viendo como el hombre que la había abordado minutos antes caminaba hacia la salida con su rostro lleno de sangre, la gente alrededor lo miraba con sorpresa. William se giró hacia donde ella miraba y vio al hombre tomarse el tabique mientras no dejaba de sangrar, alzó las cejas.

-Vaya quién se agarra golpes en un cine- le dijo sin importancia tomándola de la mano. Ella sonrió y recibió su mano.

-Sólo un tonto - se rió, de verdad odiaba ese tipo de hombres que se acercaba a mujeres con ese tipo de intenciones, odiaba los hombres que obligaban a las mujeres a cumplir sus caprichos, no entendía la molestia que creía en su pecho cada vez se topaba con un neandertal de esos.

-Ahora volviendo a tu tardanza ¿de qué inconveniente se trata? ¿Gerard te sigue molestando?

-No, él no me volvió a molestar -le sonrió - Mi tardanza la acabaste de ver. -Él frunció el ceño.

-¿A qué te refieres? - Expresó confundido.

-Llevaba el tabique roto y cojeaba. -Él soltó la carcajada.

-¿No me digas que fue tu obra?

-Solo quiso tocar y mirar donde no debía -Dijo mientras se acercaba un poco mas

Él asintió.

-Es bueno que no me lo hayas dicho antes o le hubiera desfigurado el tabique. -Él le apretó el trasero- Por tocar lo que es mío. Pero es bueno que mi fresa sepa defenderse sola si hay algo que detesto son las damiselas en apuros. -Ella rió.

-Y ¿si uno de estos días me quedo atascada en una torre con una bruja malvada? -Bromeó, volviendo a reír. Él negó con la cabeza.

-Te quedarás esperando a que te rescate, me resulta patético que en pleno siglo XXI las mujeres aún se pongan a jugar a que son indefensas.

Ella volvió a reír.

-Sí, aunque puedo entender algunas mujeres, creo que eso de quedarse en un rincón temblando de miedo, es tonto. -Pensando en ella misma hacía un año - soy consciente que es difícil comparar la fuerza física de una mujer con la de un hombre, aun así, utilizaría hasta mis dientes para defenderme. -Will sonrió de forma lobuna.

-Hay tantos deportes de fuerza que te enseñan, ninguna mujer debería andar pretendiendo que un hombre la cuide. Me gusta mucho que no sea el caso con la señorita Keller- William la beso y halo sus labios con sus dientes fuerte y le encantaba. -Me excita.

Ella lo rodeó con sus manos.

-Oh ¿sí? ¿Cuánto? -abriendo sus ojos - He estado practicando unos movimientos que podría mostrarte.

-Fresa eres demasiado traviesa ¿de dónde has aprendido tanto?

-Yo hablo de unos movimientos de Jiu Jitsu -se acercó a él confundida, porque aprender algunos movimientos en artes marciales no la hacía traviesa - ¿hablamos de lo mismo? - William rió.

-No, no hablamos de lo mismo. - Acarició sus labios con su dedo pulgar. - Pero me alivia saberlo.

-Oh -sonrió y lo miró de soslayo ¿qué tipo de cosas tendría en mente?

-¿Qué quieres que hagamos? ¿Quieres más filete?

Esa palabra fue suficiente para que sus pensamientos en papanatas se enfocaran en una deliciosa comida, William la denominaba Gumiho un ser mitológico con nueve colas que se comía el hígado y el corazón de los hombres, le causó gracia la analogía, no podía negar que no le gustaba privarse de nada, le gustaba probar, tocar y oler a su antojo podría decir que el último año no había sido bueno para ella tanto que se había olvidado vivir y eso comenzaba molestarle.

De camino al restaurante hablaron de muchas cosas, bueno ella hablo mucho no entendía por qué él le generaba tanta confianza, por un lado su época de oscurantismo cuando desea llevarse por delante a todo el mundo sin importarle nada, lo sabía su vida era atípica, porque en ese instante sentía apatía por encajar o demostrar.

-Cuando alguien se jacta de no sentir es porque siente demasiado- dijo pensando en él mismo.

William le dijo ante su discurso sobre la apatía con el mundo  que ella vivió en esa época, ella lo observó al volante  conducir y luego miró al techo del auto pensativa ante las palabras de ese hombre, no sabía si sentía demás con todas las personas, dado que le había dejado de importar la mayoría de personas a excepción de Phillipe su hermano, manejaba sus emociones, incluso François lo había hecho a tal punto que se había tenido que dar un alto, no deseaba sufrir más por cuenta de él.

Alimentar sentimientos de amor u odio era un desgaste, la vida era tan corta como para quedarse en eso, no le gustaban las ataduras y en cierta medida los sentimientos lo eran, en cambio para William era simple las cosas afectaban, porque así se deseaba, pero ella comprendía que habían sentimientos irracionales que no aceptaban razones, no era una elección sufrir, simplemente dolía.


 CAPÍTULO ANTERIOR                                                                              CAPÍTULO SIGUIENTE                                                                     

Comentarios

Entradas populares